Con los objetivos climáticos de la UE, cada vez más empresas se centran en sus propias emisiones y en una posible neutralidad climática de las operaciones empresariales. El cálculo de la huella de carbono del producto (PCF) es un factor importante en este contexto, ya que resume todas las emisiones relacionadas con el producto a lo largo de la cadena de valor.
Al calcular la huella de carbono de un producto, se tienen en cuenta todas las emisiones de CO2 generadas por el producto a lo largo de la cadena de valor, desde las materias primas hasta su eliminación, pasando por el envasado. Este método de evaluación del ciclo de vida completo también se denomina «de la cuna a la tumba». Mientras que un cálculo parcial de la huella de carbono del producto, o «de la cuna a la puerta», incluye todos los procesos desde la extracción de recursos (cuna) hasta que el producto abandona las puertas de la empresa de fabricación (puerta).
El enfoque o alcance «de la cuna a la puerta» se usa normalmente en productos para los que no se sabe cuándo se van a utilizar, por cuánto tiempo o qué tratamiento se les dará al final de su vida útil una vez salga de la fábrica para su venta.
Para conseguir un resultado completo y representativo, no solamente se tienen en cuenta las emisiones de carbono, sino también los equivalentes al CO2 de otros gases de efecto invernadero como el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O).
Hacer un seguimiento de la huella de carbono de los productos permite una comprensión completa del impacto que tiene un producto en el medioambiente. Esto permite identificar y analizar cuáles son las fases de la cadena de valor que tienen un mayor impacto y, por tanto, determinar los siguientes pasos para reducir las emisiones. Además, ofrece transparencia a quienes tienen la consciencia ecológica como un factor decisivo en las compras.
Como parte de la estrategia FUCHS 2025, trabajamos constantemente en reducir nuestras emisiones aún más. Ya en 2020, todas las sedes de producción lograron la neutralidad en carbono1 «de puerta a puerta». Esto se amplió en 2021 a todas nuestras filiales y empresas conjuntas. Para 2025, se ampliará a neutralidad de carbono2 «de la cuna a la puerta» en todo el mundo.
Metodología
Para reforzar esta evolución con datos y hacerla transparente, FUCHS ha publicado su propia metodología para el cálculo parcial de la huella de carbono del producto (de la cuna a la puerta). La metodología se basa en la ISO 14067:2018, la cual es el estándar más común y aceptado de la metodología PCF.
El alcance «de la cuna a la puerta», y por tanto la huella de carbono del producto resultante, incluye todas las emisiones de gases de efecto invernadero desde los pasos previos de la cadena de producción (de la cuna a la puerta de salida de FUCHS), así como las emisiones en FUCHS (de puerta a puerta). Las emisiones tomadas en cuenta se definen según los alcances 1-3 del Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (protocolo GHG) (ver gráfica más arriba). Dado que FUCHS calcula su huella de carbono del producto en términos «de la cuna a la puerta», las emisiones posteriores de la cadena de suministro (alcance 3) no están incluidas.
El objetivo de la metodología es también propiciar la transparencia para nuestra clientela. Para ello, por una parte, se publica la técnica de cálculo de FUCHS para la huella de carbono de sus productos. Por otra parte, esta publicación sirve como guía para las empresas proveedoras. El cálculo estandarizado resultante permite comparar los datos y obtener una huella de carbono representativa de los productos FUCHS. Al fin y al cabo, solo se puede calcular una huella de carbono de los productos fiable si los datos de entrada para las materias primas utilizados son calculados y delimitados uniformemente.
La compensación no se incluye a la hora de calcular la huella de carbono de los productos FUCHS.
Metodología PCF
Mira aquí la metodología publicada para calcular la Huella de Carbono del Producto (ENG).
Versión 1, enero 2023
Declaración de revisión
FUCHS designó a TÜV Rheinland para realizar una revisión por parte de terceros de nuestro documento de metodología. Encuentra la declaración de revisión aquí.
Los estándares reconocidos como la ISO 14067 son generalmente válidos y ofrecen un marco para calcular la huella de carbono de productos. Sin embargo, estos estándares tienen una validez muy amplia, lo que quiere decir que deben ser aplicables a una gran variedad de productos de muy distintas y a veces tremendamente complejas cadenas de valor. Por lo tanto, estos estándares generales no pueden ofrecer instrucciones detalladas para los lubricantes. En estos casos, es necesario especificar de qué manera se aplica el estándar a los lubricantes. Con esta finalidad, se deben realizar las siguientes especificaciones:
- ¿Cuál es el objetivo del cálculo?
- ¿Qué se incluye y qué no en el sistema de cálculo?
- En el caso de las materias primas, algunas de las cuales provienen de procesos compuestos, ¿cómo se asignan las emisiones resultantes en el gran número de productos que se crean paralelamente?
Para resolver de forma uniforme estos problemas complejos, el estándar también ofrece los denominados estándares «específicos para el sector». Se trata de normas estandarizadas sobre cómo aplicar el estándar en sectores de producción muy específicos. No obstante, no hay un estándar específico para el sector de los lubricantes por el momento. Es por eso que FUCHS se implicó activamente en asociaciones europeas y nacionales para desarrollar un estándar específico que pueda ser aplicado uniformemente en toda la industria de los lubricantes, sus empresas proveedoras y su clientela.
Hasta que se establezca este estándar, FUCHS necesita entre tanto su propia definición transparente de cómo se debe calcular la huella de carbono de sus productos. Con la metodología, setas definiciones están disponibles para todos los socios empresariales de FUCHS.
Con la publicación de la metodología, FUCHS ha dado un paso importante en la definición del procedimiento y, especialmente, a la hora de ofrecer a nuestras empresas proveedoras un formato que requiere sus datos (los denominados datos primarios). Estamos trabajando estrechamente con estas empresas proveedoras para obtener los datos primarios de todas las materias primas según nuestra metodología. Solamente podremos calcular las huellas de carbono de los productos cuando tengamos todos los datos relevantes de los socios proveedores de cada producto. Por lo tanto, es necesaria una compleja preparación para disponer de todos los datos de la huella de carbono de los productos.
Los valores calculados de forma general por terceros, es decir, los datos secundarios, solamente pueden utilizarse en casos excepcionales a la hora de calcular la huella de carbono de los productos. Con esta finalidad, FUCHS tiene asociaciones con otras empresas que pueden calcular los datos secundarios en base al conocimiento del proceso utilizado, las influencias regionales y el origen de las materias primas.