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Control efectivo del polvo

Encontrar formas de controlar el polvo y, aún más importante, las partículas finas, no es solo la principal tarea de la sociedad, sino también una de las metas del Grupo FUCHS. De hecho, ya lo estamos consiguiendo con los clientes del sector de la minería utilizando la serie de productos RENOCLEAN AIR. Además, estamos investigando en otras industrias.

El polvo está en todos sitios. No solo a nuestro alrededor, sino también en el debate público, especialmente cuando se habla de las famosas partículas finas. Las partículas finas no solamente se generan durante los procesos de combustión en los vehículos a motor, también proviene de muchas otras fuentes: de las plantas de generación de energía y en las plantas de calefacción urbanas, hornillos, sistemas de calefacción, producción de metales y aceros, se genera durante la manipulación de productos a granel o con el desgaste de frenos y neumáticos. También puede tener un origen natural como la erosión del suelo, los incendios forestales y las erupciones volcánicas, e incluso de la agricultura. En esta última, los procesos químicos generan partículas finas secundarias que proceden de los precursores gaseosos como el amoniaco.

La materia particulada se puede diferenciar según el tamaño de las partículas. Al final, sin embargo, todos los tipos de materia particulada, tanto la gruesa (de 2,5 a 10 micrones de diámetro) como la fina o ultra fina, tienen una cosa en común: son potencialmente dañinos para la salud humana. Dependiendo de su tamaño, puede aposentarse en las cavidades nasales, los bronquios o los pulmones e incluso entrar en el torrente sanguíneo. Entre otros efectos, tienen un impacto negativo sobre el sistema cardiovascular y pueden provocar cáncer de pulmón. También dañan el medioambiente porque acidifican los lagos y los ríos, dañan los bosques o amenazan la diversidad de los ecosistemas.

LÍMITES FIJADOS

La primera ley de aire limpio fue aprobada a mitad de los años cincuenta como resultado de la gran niebla de Londres en 1952. Ha sido adaptada y revisada numerosas veces y ahora es una regulación legal para el control de la contaminación del aire en los países de habla inglesa. Para Europa, la Directiva 2008/50/CE relativa a la calidad del aire ambiente y atmósfera más limpia establece valores límites para la materia particulada. El umbral medio anual de materia particulada gruesa es de 40 microgramos por metro cúbico. No se puede exceder el límite diario de 50 microgramos por metro cúbico más de 35 veces por año natural. El umbral medio anual de materia particulada fina es de 25 microgramos por metro cúbico. Estos valores son obligatorios desde 2015.

La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), recoge los datos de calidad del aire divulgados públicamente por todos los estados miembro de la UE. Posteriormente, la Comisión europea utiliza estos datos para evaluar el cumplimiento de los límites. En Estados Unidos, esta tarea la realiza la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés). Las regiones que no cumplen con los límites deben crear planes de acción y control de la contaminación del aire que contengan diversas medidas para la reducción de emisiones.

SIMULACIÓN PERFECTA

Por tanto, los requisitos son estrictos y exigen unos esfuerzos considerables por parte de las empresas industriales. Por lo tanto, FUCHS ha estado investigando desde hace un tiempo considerable tecnologías para controlar el polvo y la materia particulada y ha establecido soluciones efectivas en el mercado con la introducción de su serie de productos RENOCLEAN AIR. En primer lugar y más importante, estos productos ayudan a controlar el aire en los sectores de minería y manipulación de minerales. Se utilizan aditivos especiales mezclados con agua en bajas concentraciones para mejorar los sistemas de pulverización de control del polvo empleados en la maquinaria de minería y los puntos de interconexión de las transportadoras. Al aplicar estos aditivos mediante pulverización, actúan como agentes humectantes que reducen el polvo en las minas de carbón bajo tierra. Otros productos de la gama actúan como estabilizadores del suelo en carreteras no pavimentadas o pueden ser utilizadas para estabilizar los montones de carbón y reducir las emisiones durante el transporte de bienes como el carbón o minerales. RENOCLEAN AIR también se utiliza en la industria del acero británica desde 2017.

Otro ejemplo viene de una planta cementera donde se producen emisiones muy elevadas de polvo en los caminos naturales de la planta al moverse los vehículos. Los ingenieros de FUCHS tomaron muestras de los materiales del camino y luego realizaron ensayos de laboratorio para verificar el rendimiento del fluido para polvo en suspensión RENOCLEAN AIR HOLD-DOWN. En comparación con el agua como agente de control del polvo, RENOCLEAN AIR HOLD-DOWN une las partículas, ayuda a retener la humedad y reduce enormemente la cantidad de polvo emitido. «Además de reducir los niveles de polvo, se reduce en gran medida la aplicación de agua necesaria para este control, por lo que se ahorra el combustible que se quema en el camión de irrigación, el tiempo del conductor y el gasto de valiosa agua. Los cálculos de FUCHS muestran que en algunos casos el consumo de agua se puede reducir en un factor de 2,5 y se puede alcanzar un ahorro del 61 % en combustible del camión de irrigación. En algunos países, el agua es un privilegio muy escaso y, al utilizar RENOCLEAN AIR, el cliente puede guardar este valioso recurso para otros usos y transferir personal a otros trabajos, lo que produce importantes mejoras de seguridad y ahorros financieros», nos cuenta Paul Littley, director ejecutivo de Investigación y desarrollo global en FUCHS LUBRICANTS U.K.

Y la investigación continúa. FUCHS está realizando actualmente más ensayos en Estados Unidos, Australia, Reino Unido y Polonia. Además de la investigación orientada a la aplicación en las instalaciones de los clientes, la tecnología de control del polvo tiene un papel de máxima importancia. FUCHS ha solicitado ya la patente por la vitrina de polvo que ha desarrollado. Simula la formación de polvo y de materia particulada en el espacio más pequeño. En ella se pueden simular velocidades de viento de casi 100 kilómetros por hora, temperaturas de hasta 50 grados Celsius y vibraciones del lecho del material. Un monitor de polvo en tiempo real comprueba el nivel de polvo en el aire y lo registra de forma precisa. Esta técnica permite a FUCHS desarrollar y optimizar formulaciones para problemas de polvo específicos del cliente.

DESARROLLO CONTINUO

«Sabemos que la calidad del aire es un problema muy importante y debe tomarse muy en serio en la industria, tanto para la protección de trabajadores como para el espacio público que rodea a las empresas. Gracias a nuestros productos, nuestros clientes están mejor equipados para cumplir con los límites de contaminación del aire. Seguiremos investigando y desarrollando esta tecnología», dice Littley. De los aproximadamente 500 ingenieros y científicos que trabajan para FUCHS en 25 laboratorios distintos en todo el mundo, unos 30 están trabajando en tecnologías de control del polvo. La investigación global está coordinada y gestionada a través de una estructura matriz de los laboratorios de investigación de FUCHS donde el laboratorio de Reino Unido es la central principal del desarrollo de control de polvo.

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