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ANÁLISIS DE ACEITE DE UN ACEITE MOTOR – CONTAMINANTES

AGUA

El agua es uno de los contaminantes más destructivos para los lubricantes ya que corroe el hierro/superficies de acero, acelera la corrosión, agota y degrada los aditivos presentes en los lubricantes, promueve la oxidación de los lubricantes y reduce su rendimiento.

El agua, además, reacciona con algunos aditivos y precipita formando componentes químicamente agresivos como es el caso de los lodos, también promueve el desarrollo de bacterias que aceleran la descomposición del aceite.

Posibles causas de contaminación por agua pueden ser:

  • Relleno con aceite contaminado con agua
  • Fugas en los sistemas de refrigeración
  • Condensación en los depósitos de aceite

El contenido cuantitativo de agua presente en una muestra de aceite lubricante se suele determinar mediante el método de valoración Karl-Fisher.

COMBUSTIBLE

La mayoría de los aceites de motor sufren cierta dilución de combustible durante su operación. Un cambio de aceite demasiado extendido, operaciones inadecuadas o un mal funcionamiento del motor pueden llevar a una acumulación de combustible en el lubricante.

El combustible se introduce en el cárter en forma de residuo de combustión y por fugas. La fuga de gases (efecto “Blow by”), sucede debido a que las combustiones pueden ser incompletas o ineficientes y este hecho puede suceder debido a:

  • Conducción en punto muerto (neutro)
  • Patrones de inyección defectuosos
  • Relación aire/combustible inadecuada

La dilución por combustible afecta negativamente al rendimiento del lubricante de las siguientes formas:

  • Acelerando la oxidación: Las moléculas de combustible se oxidan muy fácilmente
  • Pérdida de la viscosidad del lubricante: El combustible, al ser miscible con el aceite y disponer de una muy baja viscosidad, hace que el lubricante disminuya notoriamente su viscosidad inicial.  
  • Dilución de los aditivos: como el combustible no dispone de aditivos, los aditivos propios del lubricante se diluyen proporcionalmente perdiendo así su eficacia.
  • Acumulación de azufre: el azufre presente en el combustible incrementa el riesgo de corrosión.

Una de las pruebas que nos puede indicar que el lubricante ha sido contaminado con combustible u otros elementos volátiles es la prueba del punto de llama. La prueba se realiza colocando el aceite en una copa colocada bajo una llama abierta. El aceite en la copa abierta se calienta gradualmente y se mide su temperatura. La temperatura a la que el fluido emite suficiente vapor mezclado con aire para producir una chispa en la superficie del aceite marca el final de la prueba. Un aceite diluido con combustible arderá más rápidamente que un aceite no contaminado.

HOLLÍN

El hollín es un sub-producto natural de la combustión. Los cambios de aceite muy extendidos o la mala combustión provocan una acumulación anormal de hollín, la cual tiene efectos dañinos en el lubricante y la máquina.

Una acumulación de hollín en el aceite puede causar una lubricación incorrecta y por tanto generar depósitos o lodos, además de que hay que tener en cuenta que el hollín es abrasivo y su presencia puede producir un desgaste abrasivo de los componentes lubricados. Se acostumbra a señalar como una concentración elevada de hollín cuando existe en el aceite una cantidad superior al 2-5%.

Todos los aceites motor están aditivados con agentes dispersantes para poder controlar la aglomeración de estas partículas de hollín, y por tanto está formación no deseada de depósitos o lodos, pero un uso extendido del lubricante puede provocar que estos agentes dispersantes se agoten y no realicen su función.

La acumulación de hollín puede verse acelerada por los siguientes factores:

  • Relación estequiométrica errónea aire-combustible.
  • Combustible de baja calidad con mayores cantidades de azufre.
  • Intervalos de cambio del aceite alargados.
  • Problemas en el sistema de inyección (inyectores gastados o mal regulados)

La cantidad de hollín presente en el aceite se puede determinar mediante la espectroscopía por FTIR o mediante la viscosidad, ya que al aumentar la presencia de hollín la viscosidad tenderá a elevarse.

GLICOL

El glicol (contenido en el líquido refrigerante) se introduce en el aceite a través del enfriador. Fugas por corrosión, falla de sellos, daño en el enfriador y cavitación son las causas más comunes de contaminación por glicol.

El glicol es extremadamente dañino para el lubricante, los filtros y el motor por las siguientes razones:

  • Induce la oxidación y la formación de geles y emulsiones
  • Aumenta la viscosidad del aceite
  • Forma bolas de aceite que resultan abrasivas
  • Obstruye prematuramente los filtros

Es importante controlar los puntos de ingreso del glicol para evitar esta contaminación. En caso de existir una contaminación severa por glicol siempre será recomendable no cambiar únicamente el aceite motor, sino realizar una limpieza previa del motor y del depósito de aceite.

Es posible detectar la presencia de glicol en el aceite mediante la presencia de agua, boro, potasio y/o sodio.

 

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