10 consejos para cuidar tus lubricantes
Por: FUCHS Group
Buena organización, mayor seguridad, una mejor visión general de lo que está sucediendo y por qué está sucediendo. Hay muchos beneficios que se pueden obtener al tener su gestión de lubricantes en buen orden. En términos simples, se trata de lograr una cosa: asegurarse de que el lubricante correcto se use en el lugar correcto, de la manera correcta. Y cuando su lubricación es óptima, ayuda a perfeccionar el rendimiento y la productividad del negocio.
EL ALMACENAMIENTO ADECUADO
- Almacena tambos y otras presentaciones bajo techo– esto los mantendrá secos y evitará que el agua se acumule en la parte superior. Si el agua entra en el tambo, contaminará el lubricante. Los fluidos de corte deben almacenarse no solo debajo de un techo, sino también en interiores. Son emulsionables y se arruinarán si se congelan.
- Los tambos almacenados al aire libre deben mantenerse en pallets– el suelo está mojado y sucio. Por lo tanto, mantén los tambos en los pallets y guárdalos acostados para evitar que se acumule agua en la parte superior. Coloca las aberturas del tambor en 'las nueve y cuarto'. Esto asegura que estén cubiertos por aceite, lo que proporcionará un sello durante el almacenamiento. Si los tambores se almacenan de pie, usa una cuña para asegurarte de que el agua pueda salir de la parte superior y no acumularse.
- Asegúrese de que los paquetes abiertos se vuelvan a sellar– el polvo y la suciedad pueden entrar en paquetes mal sellados y contaminar el lubricante. Como siempre, las partículas abrasivas como el polvo y la suciedad pueden reducir la vida útil del aceite y los componentes de la máquina, y provocar interrupciones operativas. Puede ser posible filtrar el aceite contaminado, pero una grasa lubricante sucia no se puede limpiar.
LIMPIEZA METICULOSA
- Limpia el paquete antes de abrirlo – un paquete puede ensuciarse durante el transporte y el almacenamiento. Por lo tanto, asegúrate de limpiar alrededor de los sellos del paquete antes de abrirlo. Una vez más, el objetivo aquí es mantener las partículas abrasivas fuera del lubricante y las máquinas.
- Limpia los puntos de llenado antes de agregar lubricante nuevo – las tapas de llenado sucias y las boquillas de grasa pueden contaminar el lubricante. Un niple retiene una fina capa de grasa donde la suciedad puede acumularse y ser "empujada" hacia el sistema cuando se agrega lubricante nuevo. Esto se puede evitar limpiando cuidadosamente todos los puntos de llenado. También es igualmente importante verificar que el sistema esté sellado correctamente después de la recarga.
- Use una lata limpia al rellenar – ten una lata para cada tipo de aceite y asegúrate de que estén correctamente cerrados y sellados. Un buen consejo al rellenar el aceite es usar filtros que eliminen las partículas. Evitas el uso de embudos, que son una fuente de contaminantes. Una buena lata moderna hará que un embudo sea redundante. Si debes usar un embudo, guárdalo en una bolsa de plástico para evitar la contaminación.
CONTROLES PERIÓDICOS
- Comprueba el nivel de aceite con regularidad– un consejo extremadamente importante que no hace falta decir. Es normal llenar el aceite al nivel máximo, pero en algunos casos, esto solo debe hacerse cuando el sistema está completamente parado. Por lo tanto, averigua la recomendación para tu sistema en particular. De lo contrario, puedes correr el riesgo de llenar en exceso, lo que puede causar problemas graves cuando la máquina se detiene.
- Revisa y limpia los filtros de aceite y aire con frecuencia– un trabajo sencillo hoy en día. Simple porque los filtros a menudo tienen indicadores que te muestran cuándo es el momento de cambiar el aceite. Una buena regla general es colocar un nuevo filtro cada vez que cambies el aceite. Los filtros de aire deben cambiarse según sea necesario, pero al menos una vez al año.
- El equipo adecuado– esto está vinculado a un consejo anterior, pero vale la pena repetirlo. Tener una lata limpia para cada tipo de aceite no hace falta decirlo. Al igual que los contenedores de recarga debidamente cerrados / sellados y las bombas de tambor para cada tipo de aceite. También usa pistolas de grasa con medidores que muestren cuánta grasa está entrando en el sistema.
- Evita derrames – aumentan el riesgo de accidentes y daños a las personas y al medio ambiente. Usa guantes y otros equipos de protección para evitar el riesgo de problemas en la piel. También asegúrate de que haya bandejas u otra protección contra derrames dondequiera que se almacenen los lubricantes. Siempre limpia cualquier derrame de petróleo con prontitud. Esto ayudará a prevenir el riesgo de resbalones y dañar el medio ambiente.
Entonces, ahí tienes nuestros diez mejores consejos. Aplícalos en tu gestión de lubricación y hazlo más fácil, seguro e inteligente. Facilitarán la vida de la persona a cargo de la lubricación, reducirán las interrupciones operativas y prolongarán la vida útil de las máquinas y otros sistemas técnicos. ¡Un poco de esfuerzo extra que vale la pena a lo grande!